Jesus vs. Pharisees
Jesus contends with the Pharisees. (Artwork Courtesy of Morgan Guyton)
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Sunday, Oct. 11, 2020. 20th Sunday after Pentecost
Exodus 33:12-23, Psalm 99 (UMH 819), 1 Thessalonians 1:1-10, Matthew 22:15-22
In the lead up to this election, it feels like we are living on opposite sides of a canyon shouting at one another rather than listening. We are so wrapped up in gaining or keeping power that we use manipulative rhetoric against one another. We can’t hear the real fears and misunderstandings and love and pain behind all the words.
Division feels new, but it isn’t. Our recent gospel texts have included debates and manipulations by religious leaders, too. The Pharisees and Sadducees fight with Jesus about authority and this week’s text brings in the Herodians – Jewish supporters of the Roman authorities. These groups usually fought each other and in their bickering these parties painted one another as heretics and traitors. They stopped seeing one another as human beings and could no longer see where God was in the struggle. Sound familiar?
In this unique situation, these partisan groups worked together to undermine Jesus with a trick question: Is it right to pay taxes to Caesar? They wanted to catch him in what they thought was an either/or answer. Jews were called to recognize no Lord but God, but Caesar claimed to be Lord; to give money to a false god was idolatry according to the Pharisees. Yet, the Herodians would charge him with treason if he called the people to stop paying taxes.
Today, we find ourselves having a lot of either/or debates, too. Either you can support the police or you can support black lives. Either you are pro-choice or pro-life. Either you can strengthen the economy or strengthen our response to COVID-19. We are invested because the answers matter; they impact real lives. But like the Pharisees and Herodians, we can be so entrenched in our position that we can no longer see the humanity in one another, where our values overlap, or discover how God might be calling us to a loving response that goes beyond an either/or answer.
Jesus doesn’t let either side manipulate or distract him from his purpose. He doesn’t buy into the idea it is one way or another. Instead, he directs their attention to the core of who they were… and whose they were. “If that coin has Caesar’s image on it – it belongs to Caesar, go ahead and give it back to him. But give to God what is God’s.” In doing so, Christ lifts them (and us) beyond the false dichotomy.
After all, what belongs to God? A sampling from scripture:
Everything under heaven is mine. (Job 41:11)
The silver and the gold belong to me, says the Lord of heavenly forces. (Haggai 2:8)
…every forest animal already belongs to me, as do the cattle on a thousand hills. I know every mountain bird; even the insects in the fields are mine. Even if I were hungry, I wouldn’t tell you because the whole world and everything in it already belong to me. (Psalm 50:10-12)
Know that the Lord is God – he made us; we belong to him. (Psalm 100:3)
Everything belongs to God. You. Me. Caesar. Taxes. Republicans. Democrats. Herodians. Pharisees. Police officers. People of Color. Small business owners. Elderly in care facilities. The unborn. Women in desperate circumstances. Birds. Land. Skies. Everything. The false choices of Caesar force us to pick and chose and divide and diminish the humanity, the value, and the lives of one another and the world. But do you see how our perspective shifts if all of it belongs to God?
What would it instead look like to give ourselves and one another and all of creation to God? Maybe we should remember what God wants from us: justice, loving-kindness, humility (Micah 6:9). These values allow us to care and advocate for the most vulnerable without hardening our hearts towards their oppressors. They allow us to see the humanity in our opponents. They allow us space to be wrong. They allow room for transformation of hearts and minds. But most of all, they allow us to step beyond ourselves so we can work for God’s vision of wholeness and shalom. May it be so.
The Rev. Katie Z. Dawson serves as pastor of Immanuel United Methodist Church in Des Moines, Iowa. Memo for Those Who Preach was created by the late Rev. Bill Cotton and has been carried on by a group of his friends and colleagues led by the Rev. Robert Dean. To subscribe, email Rev. Dean.
Everything – Even Elections – Belongs to God
Memorándum para los que predican
18 octubre, 2020 Domingo 20 después de Pentecostés
Éxodo 33:12-13; Salmos 99; 1 Tesalonicenses 1:1-10; Mateo 22:15-22
En la anticipación de las elecciones, parece como vivimos en lados opuestos de un cañón gritándonos unos a otros en vez de escucharnos unos a otros. Estamos tan preocupados con ganar o mantener poder que usamos retórica manipuladora para atacar al otro lado. No podemos oír los verdaderos temores y confusiones y amor y dolor detrás de las palabras.
La división parece ser nueva, pero no lo es. Nuestras recientes lecturas del evangelio han incluido debates y manipulaciones por líderes religiosos también. Los fariseos y los saduceos luchan con Jesús sobre autoridad y la lectura para esta semana lleva los herodianos – partidarios judíos de las autoridades romanas. Estos grupos de ordinario luchaban entre sí y en sus luchas estos partidos pintaban a los otros como herejes y traidores. Dejaron de verse unos a otros como seres humanos y no podían ver dónde estaba Dios en la lucha. ¿Parece familiar?
En esta situación única, estos grupos partidarios trabajaron juntos para socavar a Jesús con una pregunta trampa: ¿Es correcto pagar los impuestos al emperador? Querían atraparlos en lo que ellos pensaban era una respuesta de o esto/o eso. Los judíos eran llamados a reconocer a ningún Señor sino Dios, pero César quería ser conocido como Señor; el dar dinero a un dios falso era idolatría según los fariseos. Pero, los herodianos querían cargarlo con traición si anunciara que el pueblo debiera dejar de pagar los impuestos.
Hoy, nos encontramos mucho en debates de o esto/o eso también. O se puede apoyar a la policía o se puede apoyar al movimiento de Vidas Negras Importan. O eres proelección o eres provida. O Ud. puede fortalecer la economía o fortalecer nuestra respuesta a COVID-19. Estamos tan involucrados porque las respuestas importan; impactan a vidas reales. Pero como los fariseos y los herodianos, podemos ser tan arraigados en nuestra posición que ya no podemos ver la humanidad en las personas del otro lado, no podemos ver donde traslapan nuestros valores, ni podemos descubrir cómo Dios pudiera estar llamándonos a una respuesta amorosa que va allá de una respuesta de o esto/o eso.
Jesús no deja que ninguno de los lados lo manipule ni lo distraiga de su propósito. No acepta la idea que es solamente una manera u otra. En vez de eso, dirige la atención de ellos al corazón de quiénes eran . . . de quién eran. “Si esa moneda tiene la imagen de César – pertenece a César, vaya y désela a él. Pero de a Dios lo que pertenece a Dios.” En hacer esto, Cristo los levanta (y nos levanta) más allá de la dicotomía falsa.
Pues, ¿qué pertenece a Dios? Un muestreo de las escrituras:
Todo lo que hay debajo del cielo es mío. (Job 41:11)
Mía es la plata y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. (Hageo 2:8)\
Porque mía es toda bestia del bosque y los millares de animales en los collados. Conozco todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el mundo y su plenitud. (Salmos 50:10-12)
Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos. (Salmos 100:3)
Todo pertenece a Dios. Tú. Yo. César. Impuestos. Republicanos. Demócratas. Herodianos. Policías. Personas de color. Dueños de negocios pequeños. Ancianos en casas de vejez. Los que no han nacido. Mujeres en circunstancia desesperadas. Pájaros. Tierra. Cielos. Todo. Las elecciones falsas que el gobierno impone en nosotros para que elijamos y dividamos y disminuyamos a la humanidad, al valor, y las vidas de otras personas y al mundo. ¿Pero se puede ver cómo nuestra perspectiva cambia si todo pertenece a Dios?
¿Cómo aparecería darnos a nosotros mismos, a otras personas, y toda la creación a Dios? Tal vez debamos recordar lo que Dios quiere de nosotros: justicia, amor, humildad (Miqueas 6:8) Estos valores nos permiten cuidar a y abogar por los más vulnerables sin endurecer nuestros corazones hacia sus opresores. Nos permiten ver a la humanidad en nuestros oponentes. Nos permiten el espacio de no tener razón. Nos permiten espacio para la transformación de corazones y mentes. Pero, más que nada, no permiten ir más allá de nosotros mismos para que podamos trabajar por la visión de Dios de integridad y shalom. Que sea así.
La reverenda Katie Z. Dawson es pastora de la Iglesia Metodista Unida Immanuel en Des Moines, Iowa. Memo para los que predican fue creado por el difunto reverendo Bill Cotton y ha sido llevado a cabo por un grupo de amigos y colegas dirigidos por el reverendo Robert Dean. Para suscribirse, envíe un correo electrónico al Rev. Dean.