Pray Faith God
Image Courtesy of Eric Pone
Leer en español después de la versión en inglés
October 5, 2025 – World Communion/17th Sunday after Pentecost
Lamentations 1:1-6; Psalm 137; 2 Timothy 1:1-14; Luke 17:5-10
Yes, I lament the suffering of many faith communities: "‘how lonely sits the church that once was full of people … once she was so great among the larger community, now she weeps bitterly, she suffers. No one comes. The children have gone away." (1)
Sound familiar? In the five mournful poems that make up the book of Lamentations, grief is expressed over the destruction of Jerusalem and the exile of its people by King Nebuchadnezzar and the Babylonians. It is an eloquent expression that helped survivors come to terms with this historic calamity of 586 BCE. Resting among the writings in Jewish scripture canon and among the prophets in our Christian scripture canon, we are reminded by an exilic author that God’s wrath is limited; God’s mercy and compassion exists without limit--especially in the midst of suffering.
The Psalmist (Ps. 137) picks up the anger of lament in their community prayer for God to destroy its oppressors and enemies. Here the community’s anger is expressed in God’s presence. It is an anger that serves to inform rather than something from which action comes. It is an anger that reminds we are good people--people who know and recognize goodness. Lament is not about the elimination of anger; rather it is an embrace of its shadow, its brokenness, and its ability to crack us open and allow the light in, to allow Divine light to mend. It is invitation for the Divine to recognize our imperfections, forgive them, and lead us (back) to love and to where our loving actions are to originate.
When I was growing up, many in my neighborhood were angry about the injustices being suffered because of our skin color. On Sunday mornings, the preacher would remind us that our ancestors survived the Middle Passage, they survived enslavement, and they continue to survive because justice workers continue to answer “a holy calling” (2 Tim. 1:9). Even in the face of suffering, those filled with the faith of Jesus do not suffer like those who have no hope. In the midst of suffering, we believe “troubles don’t last always.” (2) And it is in that hope, we find joy in the midst of suffering. Joy is a form of resistance.
I used to think that the evil, trouble, suffering of this world could rob me of my joy. In my re-centering, I understand that I actually give my joy away, with only a whimper of a resistance, by failing to act courageously. In our “holy calling” God has given us “a spirit of power and of love and of self-discipline, not a spirit of cowardice” (2 Tim. 1:7).
That’s what was behind the disciples’ request for increased faith (Luke 17:5). This request followed Jesus’ teaching that our forgiveness of others is limitless (Luke 17:4).
"Hold up, Jesus. Really?"
"Really. That’s what God does for you every day."
"Well, we’re gonna need an increase in our faith."
"Faith the size of a mustard seed is all you need" (Luke 17:6).
How many times have we found ourselves saying, or even thinking, ‘I can’t do this?’ Increase my faith, Lord! Forgive hate, forgive intolerance, forgive those who trespass against us? Increase our faith, Lord! How about when we are tempted to act out of anger, or to see things as hopeless? Increase our faith, Lord! How do we sit down between the rivers of the Missouri and Mississippi, between the oceans of the Atlantic and the Pacific, and hold onto our mustard-seed-size belief that “troubles don’t last always,” when we’re not sure we can find joy in suffering 1, 2 or 3 more years? “Oh my Lord, what shall [we] do?” (3) With our mustard-seed-sized faith, we lament, we weep, we give our anger to God, we find joy in suffering, we pray to act out of love, and to do so courageously.
Friends, may you be encouraged by these words of Brother Lawrence (a 17c monastic): “everything is possible for those who believe, even more for those hope, still more for those who love.” (4)
NOTE: On the first Sunday in October, United Methodist congregations join many Christian churches across the globe in celebrating World Communion Sunday and the unity among churches across denominations. This celebration had its beginnings at Shadyside Presbyterian Church in Pittsburgh, Pennsylvania in 1933, and in 1940 was adopted by the Federal Council of Churches of Christ in America, which included all of the predecessor denominations of The United Methodist Church.
On World Communion Sunday, may we cup our hands in receiving communion and courageously offer them to our world and its people in the name of God and Christ and Holy Spirit.
(1) Based on Lamentations 1
(2) Traditional African American Spiritual
(3) Traditional African American Spiritual
(4) "The Practice of the Presence of God"
The Rev. Dr. Jacqueline Thompson is a retired pastor in the Iowa Conference of the United Methodist Church and is a peace with justice advocate.
O Señor mío, ¿qué haremos?
Memorándum para los que predican
5 octubre, 2025 – Domingo de Comunión Mundial/Domingo 17 después de Pentecostés
Lamentaciones 1:1-6; Salmos 137; 2 Timoteo 1:1-14; Lucas 17:5-10
Por la Rvda. Dra. Jacqueline K. Thompson
Traducción por Rvdo. Paul I. Burrow
Sí, lamento el sufrimiento de muchas comunidades de fe: ‘cuán desolada sienta la iglesia que una vez era llena de personas . . . una vez fue grande en la comunidad más grande, ahora llora amargamente, sufre. Nadie viene. Los niños se han ido.’1 ¿Le parece familiar? En los cinco poemas apenados de los cuales consiste el libro de Lamentaciones, aflicción es expresada sobre la destrucción de Jerusalén y el exilio de su pueblo por el Rey Nabucodonosor y los babilonios. Es una expresión elocuente que les ayudaba a los sobrevivientes que aceptaran esta calamidad histórica de 586 A. C. Existiendo entre las composiciones en el canon judaico y entre los profetas en nuestro canon de escrituras cristianas, somos acordados por un autor del exilio que la ira de Dios es limitada; la misericordia y compasión de Dios existen sin límite – especialmente en el medio de sufrimiento.
El Salmista (Salmos 137) recoge la ira de lamento en su oración de comunidad para que Dios destruya sus opresores y sus enemigos. Aquí la ira de la comunidad se expresa en la presencia de Dios. Es una ira que sirve para informar en vez de algo de que viene acción. Es una ira que nos acuerda que somos buenas personas – personas que conocen y reconocen la bondad. Lamentación no trata con la eliminación de ira; en vez de eso es un abrazo de su sombra, su estado de ser quebrantado, y su capacidad de partirnos y dejar que entre la luz, dejar que la luz divina nos sane. Es invitación para el Divino reconozca nuestras imperfecciones, las perdone, y nos guíe al amor y adonde nuestras acciones de amor han de originar.
Cuando yo estaba creciendo, muchos en mi barrio estaban enojados sobre las injusticias que personas de nuestro color de piel estaban sufriendo. Los domingos por la mañana, el predicador nos acordaba que nuestros antepasados sobrevivieron el pasaje intermedio, sobrevivieron la esclavitud, y siguen sobreviviendo a causa de que trabajadores para la justicia siguen respondiendo a un “llamamiento santo” (2 Timoteo 1:9). Aún ante el sufrimiento, los que están llenados con la fe de Jesús no sufren como los que no tienen esperanza. En el medio de sufrimiento creemos que “los problemas no duran para siempre.”2 La alegría es forma de resistencia.
Creía que la maldad, las dificultades, el sufrimiento de este mundo podrían robarme de mi alegría. En re-centrarme, comprendo que de verdad dono mi alegría, con solamente un gemido de resistencia, por no actuar valientemente. En nuestro “llamamiento santo” Dios nos ha dado “espíritu de poder, de amor, y de dominio propio, no espíritu de cobardía.” (2 Tim. 1:7)
Eso es la razón por la petición de más fe (Lucas 17:5). Esta petición siguió la enseñanza que nuestro perdón de otras personas es sin límite (Lucas 17:4).
‘Espera, Jesús. ¿De verdad?’
‘De verdad. Eso es lo que Dios hace por ti todos los días.’
‘Pues, vamos a necesitar más fe.”
‘Fe como un grano de mostaza es lo único que necesitáis.’ (Lucas 17:6)
¿Cuántas veces nos hemos encontrado diciendo, o aún creyendo, ‘No puedo hacer esto?’ ¡Auméntanos la fe, Señor! ¿Perdona el odio, perdona la intolerancia, perdona los que transgreden contra nosotros? ¡Auméntanos la fe, Señor! ¿Qué pasa cuando somos tentados a actuar a causa de nuestra ira, o ver cosas como sin esperanza? ¡Auméntanos la fe, Señor! ¿Cómo es que nos sentamos entre los Ríos Missouri y Mississippi, entre los océanos Atlántico y Pacífico, y mantener nuestro fe como un grano de mostaza que “los problemas no duran para siempre,” cuando no estamos seguros que podemos encontrar alegría en sufrir 1, 2, o 3 años más? “O Señor, qué haremos?”3 Con nuestra fe como un grano de mostaza, lamentamos, lloramos, entregamos nuestra ira a Dios, encontramos alegría en el sufrimiento, oramos que actuemos de amor, y que lo hagamos valientemente.
Amigos, que sean animados por estas palabras de Hermano Lorenzo (monástico del Siglo XVII): “Todo es posible para los que creen, aun más para los que esperan, y aún más para los que aman.”4
NOTEN: El primer domingo de octubre, congregaciones metodistas unidas se juntan con muchas iglesias cristianas en todas partes del mundo en celebrar el Domingo de la Comunión Mundial y la unidad entre iglesias tras denominaciones. Esta celebración tuvo sus comienzos en Shadyside Presbyterian Church en Pittsburgh, Pennsylvania en 1933, y en 1940 fue adoptada por el Concilio Federal de Iglesias de Cristo en América, el que incluyó a las denominaciones predecesoras de La Iglesia Metodista Unida.
El Domingo de la Comunión Mundial, que ahuequemos las manos en recibir la comunión y valientemente ofrecérselas a nuestro mundo y a sus personas en el nombre de Dios y Cristo y el Espíritu Santo.
1Basado en Lamentaciones 1
2Tradicional espiritual africano-americano
3Tradicional espiritual africano-americano
4La Práctica de la Presencia de Dios
La Rvda. Dra. Jacqueline Thompson es presbítero (jubilado) en la Conferencia de Iowa de la Iglesia Metodista Unida y es defensora de paz con justicia.
