Jeremiah teaser
The prophet Jeremiah foretold the coming of Jesus, the Messiah. (File photo)
Leer en español después de la versión en inglés.
Dec. 1, 2024 First Sunday of Advent
Jeremiah 33:14-16; Psalm 25:1-10; 1 Thessalonians 3:9-13; Luke 21:25-36
If I was going to be grammatically accurate, I would have titled this article “The Three Presences (meaning manifestations) of Jesus.”[1] But it’s a play on the homophones “presence” and “presents.” The lectionary scriptures this week remind us that the world, and each of us, can see and receive the presence of God’s love in Christ in the past and the present, and anticipate it in the future.
The earliest followers of Jesus looked to the Hebrew Scriptures and found the “presence” of the Messiah in their past. This week’s passage from Jeremiah is one text among several in which they saw the Savior foretold.
For Christians, this holiday is (hopefully!) about Jesus’ birth in the past. Manger scenes compete with Santa Claus, but sometimes the emphasis on “presents” overshadows or even totally obscures the emphasis on the presence of Christ in Christmas. It was that misuse of God’s resources that drove Pastor Michael Slaughter to address his congregation in the fall of 2004, saying “I want you to have a slim Christmas this year . . . and whatever you spend on your family, bring an equal amount for hunger relief in the Sudan. Because Christmas is not your birthday; it’s Jesus’ birthday.” [2]
In our Gospel lesson, Jesus tells of his future presence, when “they will see ‘the Son of Man coming in a cloud’ with power and great glory” (Luke 21:27). Some of the things he spoke of would take place before his contemporaries would all die, but others would not happen until later. Some believe it is immanent, but we should caution our hearers that “a thousand years are as a day in the Lord’s sight” (2nd Peter 3:8).
Jesus encouraged his followers – he encourages us – “Be on guard so that your hearts are not weighed down with dissipation and drunkenness and the worries of CHRISTMAS (excuse me – that should be, ‘the worries of this life, and that day does not catch you unexpectedly.” You might refer to Jesus’ parable of the sheep and goats in Matthew 25 for instruction on how we are to live until then.
Jesus is also present in this present moment – and yet it is this presence of Jesus that we are most likely to lose sight of in the rush of the “Christmas season.” But Christmas need not lose its holy mystery power to take hold of us.
Advent is a time of anticipation. The English word anticipate (Spanish word anticipar) comes from a Latin word that combined their words ante (“before”) and capax (“able to hold much” or “receptive, fit for”), which was a form of capere (“to take grasp, lay hold, or catch”).
We are to take hold of or grasp the saving power of Jesus Christ, even before we experience that salvation in its fullness in the Kingdom of God. (See references to “taking hold” in 1st Timothy 6:12, Ephesians 3:17-19, and Philippians 3:12).
Advent is a time of looking not only to the presence of Jesus in this world when he was born in the past, nor looking only to that time in the future when we will experience the fullness of his grace in his final triumph.
Advent is a time of anticipating, grasping, taking hold in this present (kairos) moment of the One who is present with us here and now - living our lives based on the love and grace that was, and is, and ever shall be.
[1] This theme lends itself to references to Dicken’s “A Christmas Carol,” either in this sermon or in a four-Sunday series. One resource to consider is “The Redemption of Scrooge” sermon and lesson series by Matt Rawle (available through Cokesbury).
[2] https://www.ministrymatters.com/all/entry/1493/christmas-is-not-your-birthday-sermon-series
The Rev. Bob Dean is a retired clergy member of the Iowa Annual Conference, serving as associate pastor at Grace United Methodist Church in Des Moines, Iowa, where he helps lead the youth Sunday School gathering.
La Presencia Triple de Jesús – Y no los Tres Regalos de Jesús
Memorándum para los que predican
1 diciembre, 2024 – Primer domingo de Adviento
Jeremías 33:14-16; Salmos 25:1-10; 1 Tesalonicenses; Lucas 21:25-36
Por el Rvdo. Bob Dean (bob.dean@iaumc.net)
Traducción por Paul I. Burrow
Si fuera a ser correcto gramáticamente, habría puesto el título de este artículo “Las Tres Presencias (significando manifestaciones) de Jesús.”1 Pero, en inglés es juego de palabras con “presence (presencia)” y “presents (regalos) – y por eso ya hemos incluido las dos ideas en el título en español. Las escrituras del leccionario esta semana nos acuerdan que el mundo, y cada uno de nosotros, podemos ver y recibir la presencia del amor de Dios en el Cristo en el pasado y el presente, y podemos anticiparla en el futuro.
Los primeros seguidores de Jesús estudiaron las escrituras hebreas y encontraron la “presencia” del Mesías en su pasado. La lectura de esta semana de Jeremías es una lectura entre varias en que vieron predicho el Salvador.
Para cristianos, esta fiesta es (¡con esperanzas!) acerca del nacimiento de Jesús en el pasado. Nacimientos compiten con Papá Noel, pero algunas veces el énfasis en los regalos – eclipsa o aún totalmente obscura el énfasis en la presencia – de Cristo en la Navidad. Fue aquel mal uso de los recursos de Dios que causó que el Pastor Michael Slaughter declaró a su congregación en el otoño de 2004 “Quiero que tengan una Navidad delgada este año . . . y lo que gaste en su familia, que traiga una cantidad igual para alivio de hambre en el Sudán. Porque La Navidad no es tu cumpleaños; es el cumpleaños de Jesús.2
En la lectura del Evangelio, Jesús habla de su presencia en el futuro, cuando “. . . verán al Hijo del hombre que vendrá en una nube con poder y gran gloria.” (21:27) Algunas de las cosas de que habló ocurrirían antes de que todos de sus contemporáneos morirían, pero otros no ocurrirían hasta más tarde. Algunos creen que es inmanente, pero debemos advertir a nuestros oyentes que “. . . para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día.” (2 Pedro 3:8)
Jesús animó a sus seguidores – no anima a nosotros – “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y de embriaguez y de las preocupaciones de la NAVIDAD (perdone – eso debe de ser “la preocupaciones de esta vida”), y venga de repente sobre vosotros aquel día.” Es posible que se refiera a la parábola de Jesús de las ovejas y los cabritos en Mateo 25 para instrucción sobre cómo hemos de vivir hasta entonces.
Jesús también está presente en este momento actual – y todavía es esta presencia de Jesús de que es más probable de que perdamos la vista en el apuro de la temporada de las Navidades. Pero las Navidades no necesitan perder su poder misterioso para agarrar a nosotros.
El Adviento es un período de anticipación. La palabra anticipar viene de una palabra latina que combinó las palabras ante (“antes”) y capax (“capaz de contener mucho” o “receptivo, adecuado para”), lo cual era froma de capere (“tomar, agarrar, asir, o recoger”).
Hemos de agarrar o tomar el poder salvador de Jesucristo, aún antes de que experimentemos esa salvación en su plenitud en el Reino de Dios. (Vea referencias a la idea de “agarrar” o “asir” en 1 Timoteo 6:12, Efesios 3:17–19, y Filipenses 3:12).
El Adviento es un período de acudir a la presencia de Jesús en este mundo cuando nació en el pasado, ni mirando a ese tiempo en el futuro cuando experimentaremos la plenitud de su gracia en su triunfo final.
El Adviento es un período de anticipar, agarrar, asir en este momento presente (kairos) de Él que está presente con nosotros aquí y ahora – viviendo nuestras vidas basadas en el amor y la gracias que era, que es, y siempre será.
1Este tema se presta a referencias a “Canción/Cuento de Navidad” por Dickens, o en este sermón o en una serie de 4 domingos. Un recurso para consideración es el sermón “La Redención de Scrooge” y la series de lecciones por Matt Rawle (disponibles mediante Cokebury).
2https://www.ministrymatters.com/all/entry/1493/christmas-is-not-your-birthday-sermon-series
El Rvdo. Bob Dean es Pastor Asociado y Jubilado en la Iglesia Metodista Grace en Des Moines, Iowa, y ayuda en dirigir la reunión de los jóvenes en la Escuela Dominical.