Geoff Duncan
Mountain top
Photo by Geoff Duncan / Light Stock
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February 19, 2023 | Transfiguration Sunday
Exodus 24:12-18; Psalm 99 (UMH 819); 2 Peter 1:16-21; Matthew 17:1-9
First, “transfiguration”? What does it mean? Most of us have not used that word since the last time we read the scriptures for the Sunday before Ash Wednesday and asked, “Is there another text I can use? We know it is what happened to Jesus as he was changed before the witnesses on the mountain as they gathered and heard God speak. He was a shining example of what happens when we encounter the Holy...as He shone like the sun. To be transfigured means to be changed or to be transformed. It is to shine in the dark like the light of Christ that has come into the world. Transfiguration or transformation or change that is deep and lasting makes us into someone different than we were before an encounter with the Holy.
Matthew, Mark and Luke all tell this story of Jesus on the Mountain top. 2 Peter 1:16-21 also makes a reference to the event. The Old Testament passage from Exodus 24 invites us to go with Moses to the mountain top to meet God and receive the 10 commandments. Psalm 99 also makes a reference to mountain tops and encounters with God.
If there is a theme from the scriptures for this Sunday it could be: God speaks to those called for High and Holy encounters.
When God does speak in these passages it is in the context of meeting God in a high and holy place. God has chosen who will come to hear and see the Holy. God has also revealed in these epiphanies that those called are not alone as they are given the holy voice of direction and guidance.
I am recalling the baptism of one of my sons. I do not remember my baptism, I was a baby like most of us, but I can still recall being in my home church and making a promise to raise my son in the way of Christ. I remember that moment as a time when God spoke, no not on a mountain top, nor in a loud voice, but it was a high and holy encounter, my own private epiphany. In that moment of promises made I knew the task of raising this child was not just mine, but it was for all gathered and most importantly I knew my son was in God’s hands. It was a mountain top experience and one that I wanted to repeat. It is human nature when we are privileged with any kind of holy encounter to repeat it. Peter is expressive and makes this point clear as he says in Matthew 17:4 “ Lord, it is well that we are here; if you wish, I will make three booths here, one for you and one for Moses and one for Eli′jah.”
Peter is taken up in the moment and does not want the encounter to end. Like us, Peter wants to stay on the top of the mountain. We want to hold onto those encounters we are blessed to know and like Peter we want to make it a permanent place to stay.
What is forgotten in the Gospel is Jesus came down from the mountain top. The experience of the Holy for those who were witnesses is for a purpose. They have seen God and God’s light and now know they are not alone for the ministry that they are called to do in the days to come.
We stand on the mountain this Sunday looking down at what is to come. We look down on 40 days before the crucifixion of Jesus. We are invited to spend time in the desert with Him for prayer and scripture study and maybe fasting or some other form of discipline that will make us open to God’s voice and maybe experience a Holy encounter during Lent. We are to remember that every encounter with the Holy can be a means of grace for us as we open ourselves to growing in Grace. Yes, we want to go back to the mountain and spend time alone with Jesus, but the truth is there is work to do on the ground.
Time on the mountain listening for God’s voice is only a prelude to all that is to come as we seek to follow Jesus.
Ask: When have you encountered the Holy? Was it a mountain top experience? Did you want to repeat it? Were you changed in such a way that the light of Christ could be seen shining through you?
Rev. Charles J. Downing is a retired elder living in Alabama and still serving a church that he has been at for more that 10 years. "Memorandum for Those Who Preach" is a volunteer project by clergy members of the Iowa Annual Conference.
La Cima de la Montaña
Memorándum para los que predican
19 febrero, 2023 – Domingo de la Transfiguración
Éxodo 24:12-18; Salmos 99; 2 Pedro 1:16-21; Mateo 17:1-9
Por el Rvdo. Charles J. Downing pcharlie66@gmail.com
Traducción de Paul I. Burrow
Primero – ¿“transfiguración”? ¿Qué significa? La mayoría de nosotros no hemos usado esa palabra desde la última vez que leímos las escrituras para el domingo antes del Miércoles de Cenizas y preguntamos, “¿Hay otra lectura que puedo usar?” Sabemos es lo que le ocurrió a Jesús como fue cambiado ante los testigos en la montaña como se juntaron y oyeron hablar a Dios. Era un ejemplo resplandeciente de lo que ocurre cuando nos encontramos con el Sagrado . . . como resplandeció como el sol. Ser transfigurado significa ser cambiado o ser transformado. Es resplandecer en las tinieblas como la luz de Cristo que ha entrado en el mundo. La transfiguración o transformación o cambio que es profundo y duradero nos hace en alguien diferente que éramos antes de un encuentro con el Sagrado.
Mateo, Marcos, y Lucas todos relatan esta historia de Jesús en la cima de la Montaña. 2 Pedro 1:16-21 también hace mención al suceso. La lectura del Antiguo Testamento de Éxodo 24 nos invita a ir con Moisés a la cima de la montaña para encontrarnos con Dios y recibir los 10 Mandamientos. Salmos 99 también hace mención de las cimas de montañas y encuentros con Dios.
Si hay un tema de las escrituras para este domingo podría ser: Dios habla a los que son llamados a encuentros altos y sagrados.
Cuando Dios sí habla en estas lectura es en el contexto de encontrarse con Dios en un lugar alto y sagrado. Dios ha escogido a quién vendrá a oír y a ver el Sagrado. Dios también ha revelado en estas epifanías que los que son llamados no están solos como son dados la voz sagrada de dirección y guía.
Recuerdo el bautismo de uno de mis hijos. No recuerdo mi bautismo. Era bebé como la mayoría de nosotros, pero todavía puedo recordar estar en mi iglesia de hogar y haciendo un voto de levantar a mi hijo en los caminos de Cristo. Recuerdo ese momento como un momento cuando Dios habló, no fue en la cima de una montaña, ni en voz alta, sino que fue un encuentro alto y sagrado, mi propia y privada epifanía. En aquel momento de votos hechos sabía que la tarea de levantar a este niño no fue únicamente la mía, sino que fue para todos los juntados y más importante sabía que mi hijo estaba en las manos de Dios. Fue un momento en la cima de la montaña – un momento de inspiración – y fue un momento que quería repetir. Es la naturaleza humana que cuando tenemos el privilegio de tener un encuentro sagrado queremos repetirlo. Pedro es expresivo y hace claro este punto cuando dice en Mateo 17:4: “Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, haremos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.”
Pedro es capturado por el momento y no quiere que el momento termine. Como nosotros, Pedro quiere quedarse en la cima de la montaña. Queremos conservar estos encuentros que somos bendecidos experimentar y como Pedro queremos hacerlo un lugar permanente para quedarnos.
Lo que es olvidado en el Evangelio es que Jesús bajó de la cima de la montaña. La experiencia del Sagrado para los que fueron testigos es por un propósito. Han visto a Dios y la luz de Dios y ahora saben que no están solos para el ministerio al cual son llamados a hacer en los días que vienen.
Nos encontramos en la montaña este domingo mirando abajo en lo que va a ocurrir. Miramos abajo en los 40 días antes de la crucifixión de Jesús. Somos invitados a pasar tiempo en el desierto con él para oración y estudio de las escrituras y quizás el ayuno o otra forma de disciplina que nos hará abiertos a la voz de Dios y tal vez podemos tener un encuentro sagrado durante la Cuaresma. Hemos de recordar que cada encuentro con el Sagrado puede ser un medio de gracia para nosotros como nos abrimos a crecer en la Gracia. Sí, queremos regresar a la montaña y pasar tiempo solo con Jesús, pero la verdad es que hay trabajo que hacer en la tierra.
El tiempo en la montaña escuchando la voz de Dios es solamente un preludio a todo que vendrá como procuramos seguir a Jesús.
Preguntar: ¿Cuándo ha encontrado Ud. el Sagrado? ¿Ocurrió en un momento en la cima de una montaña – un momento de inspiración? ¿Quería repetirlo? ¿Fue Ud. cambiado en tal manera que la luz de Cristo podía ser vista brillando mediante Ud.?
El Rvdo. Charles J. Downing es presbítero jubilado viviendo en Alabama y todavía sirviendo a una iglesia en que ha estado durante más de 10 años.