Get Behind Me, Satan
"Get Thee Behind Me, Satan" (Rétire-toi Satan) by James Tissot, now in the Brooklyn Museum. (Public Domain Image via Wikimedia Commons).
Versión en español a continuación
13th Sunday after Pentecost – Matthew 16:21-28
When I moved to Ottumwa, Iowa in 1981, there was a coalition advocating for a four-lane highway from Des Moines to Burlington. One of the things I admired about this group of individuals is that it included folks from various walks of life: business professionals, government officials, and citizens; and it included folks from the various communities–both small and large–along the route. Additionally, this group had their eye on one thing and worked their way around or past stumbling blocks.
For example when there was a push for a four-lane highway from Ottumwa to Columbia Mo., they refused to get involved even though a lot of the committee was in favor of the proposal. When individual citizens wanted the coalition to lobby for changing the proposed route to save their property, again they kept their eye on completing the four-lane. Even when several of the communities became upset that their town was denied an exit off the highway, the coalition stayed the course. This group of southeast Iowa communities believed that this four-lane highway would be a building block for the prospering of the region. While well-intentioned, the various attempts at pulling the coalition off course had the potential for crumbling their message and their mission.
I believe Peter was well-intentioned when he took Jesus aside to rebuke him. The Messiah suffering? The Messiah being killed? Why that flies in the face of expectation and defies reason! Yet Jesus once again recognizes satanic temptation. Earlier Satan had tempted Jesus during his wilderness experience offering “all the kingdoms of the world and their splendor” (4:8). And Jesus once again resists, uttering, “get behind me, Satan!” (16:23a). Jesus recognizes an attempt to pull him off course saying to Peter, “you are setting your mind not on divine things but on human things” (16:23b). In his humanness, Peter could not wrap his mind around the Messiah suffering or the Messiah losing his life; Peter could not see either of these things as being divine building blocks. Peter could not even imagine himself, the rock upon which the church would be built (16:18), becoming a rock to be stumbled over (16:23).
I believe this an important message for the Church: we are not a rock to be stumbled over; we are to be a divine building block. We are the body of Christ on earth with a message and a mission. Teaching the stories of faith from the Bible and everyday life, and inspiring corporate as well as personal worship are important. Teaching folks pride in their ethnic and racial backgrounds and respect for those of other backgrounds is vital. So is the stewardship of the natural, environmental gifts of God. The provision of adequate food, shelter, and health care, of life-long learning and a love-giving community are essential.
As preachers we know too well that divine mission can be pulled off course by low expectations, mediocrity, and the status quo. As preachers we know too well that a divine message can often get lost in the face of human fear, doubt, and little faith. As preachers we know too well that divine things can encounter human tests—even tests that are well-intentioned. Yet in this week’s scripture lesson Jesus reminds us to put Satan behind us and keep our minds on divine things. We are reminded to stay obedient to the Divine and pray not to be swayed by human thoughts. We are reminded to be a building block—even when, maybe especially when, faced with human stumbling blocks of undue pressure, negativity, and conflict.
So what became of the Des Moines to Burlington Four-Lane Coalition? In 2009, the last section of what is now called Iowa Highway 163 (aka the Des Moines to Burlington four-lane) was opened. The Coalition celebrated … and then they disbanded. They stayed true to their calling and accomplished their mission. With God’s help, so will we.
The Rev. Dr. Jacqueline K. Thompson serves as pastor of Burns United Methodist Church in Des Moines, Iowa.
Memorándum para los que predican
30 agosto, 2020 – Domingo 13 después de Pentecostés
Mateo 16:21-28
“Pieza Fundamental”
Por Jacqueline Thompson
Cuando me mudé a Ottumwa en 1981 había una coalición abogando por una carretera de cuatro carriles de Des Moines a Burlington. Una de las cosas que admiraba acerca de este grupo de individuos es que incluía a personas de varias condiciones sociales: profesionales de negocios, oficiales de gobierno, y ciudadanos; e incluía a personas de varias comunidades – ambas pequeñas y grandes – por el camino. Más, este grupo tenía su foco en una cosa y trabajaba para conquistar a escollos. Por ejemplo, cuando había un esfuerzo para una carretera de cuatro carriles de Ottumwa a Columbus, MO, negaron a involucrarse aunque muchos en el comité estaban a favor de la propuesta. Cuando ciudadanos individuales querían que la coalición aboguen por cambiar la ruta propuesta para salvar su propiedad, otra vez mantenían su foco en completar la carretera. Aún cuando varias de las comunidades se enojaron porque sus pueblos no recibieron una salida de la carretera, la coalición no perdió su foco. Este grupo de comunidades en el sureste de Iowa creía que esta carretera de cuatro carriles sería pieza fundamental para que la región prosperara. Mientras eran de buenas intenciones, los varios intentos en desviar la coalición tenía la posibilidad por desmoronar su mensaje y su misión.
Creo que Pedro era de buenas intenciones cuando llevó aparte a Jesús para regañarlo. ¿El Mesías sufriendo? ¿El Mesías siendo matado? ¡Pues eso va contra de la expectación y desafía la razón! Pero una vez más Jesús reconoce la tentación satánica. Más temprano Satanás había tentado a Jesús durante su experiencia en el desierto ofreciéndole “todos los reinos del mundo y la gloria de ellos” (4:8). Y Jesús una vez más resiste diciendo, “¡Quítate de delante de mí, Satanás!” (16:23a). Jesús reconoce un intento de desviarlo de su curso diciéndole a Pedro, “no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.” En su humanidad, Pedro no comprender al Mesías sufriendo o al Mesías perdiendo su vida; Pedro no podía ver ni la una ni la otra de estas cosas como divinas piezas fundamentales. Pedro ni siquiera podía imaginarse a sí mismo como la piedra en que la iglesia sería construida (16:18), haciéndose en un escollo (16:23).
Creo que éste es un mensaje para la Iglesia: no somos un escollo; hemos de ser una divina pieza fundamental. Somos el cuerpo de Cristo en la tierra con un mensaje y una misión. Enseñándoles a personas las historias de fe de la Biblia y de la vida diaria, e inspirando culto corporativo tal como personal son importantes. Enseñando orgullo en su origen étnico y racial y respecto a los de otros orígenes es vital. También es vital el cuidado de la naturaleza, los dones ambientales de Dios. La provisión de comida, refugio, y cuidado de la salud adecuados, la provisión de educación de toda la vida y una comunidad de que da amor son esenciales.
Como predicadores sabemos demasiado bien que la misión divina puede ser desviada por expectaciones bajas, por la mediocridad, y por el status quo. Como predicadores sabemos demasiado bien que un mensaje divino frecuentemente puede ser perdido ante el miedo humano, la duda, y la poca fe. Como predicadores sabemos demasiado bien que cosas divinas pueden encontrar pruebas humanas – aún pruebas que son de buenas intenciones. Pero en las escrituras de esta semana Jesús nos acuerda que debemos poner a Satanás detrás de nosotros, y enfocarnos en las cosas divinas. Nos acuerda que debemos seguir obedientes al Divino y orar que no seamos influidos por pensamientos humanos. Nos acuerda que debemos ser una pieza fundamental – aún cuando, tal vez especialmente cuando, somos enfrentados con escollos humanos o presión, negatividad, y conflicto inapropiados.
Pues, ¿qué resultó con la Coalición de la Carretera de Cuatro Carriles de Des Moines a Burlington? En 2009, la última sección de lo que ahora es la Carretera 163 (también conocida como la Carretera de Cuatro Carriles de Des Moines a Burlington) fue abierta. La Colación celebró . . . entonces se deshicieron. Quedaban fieles a su llamamiento y lograron su misión. Con la ayuda de Dios, también lo haremos nosotros.
La Reverenda Dra. Jacqueline K. Thompson se desempeña como pastora de la Iglesia Metodista Unida Burns en Des Moines, Iowa.