Do You Want to Be a Witness of Jesus?

Memo for Those Who Preach

by

Leer en español después de la versión en inglés.

April 14, 2024 – Third Sunday of Easter

Luke 24:36b-49 – Jesus appears to the disciples.

English Translation by Paul I. Burrow

Jesus presents himself in our midst; when the circumstances of life fill us with sadness, doubts, incredulity, etc.  These keep us from feeling and having the peace of Christ and thus it is difficult to be his witnesses.  We couldn’t spread the good news when we don’t have peace in our hearts.  This is why the gospel of Luke describes the unexpected encounter between Jesus and his disciples after the resurrection.  Where all had seemed to be at an end, God’s plan and the redeeming work of Jesus had not concluded.  The resurrection of Jesus after his crucifixion brings something more and it is to search out his own and to entrust to them a mission that even to this day continues in force for all believers.  It is to be and to make representatives, his witnesses, here and now and to carry the Good News of salvation.  “You are my witnesses.”

To be a witness is a difficult commendation after being present at the violent death and being full of fear and terror because the disciple were overwhelmed confusion and were indeed terrified.  Throughout this entire scene, the disciples remain quiet, in total silence, and it Jesus who, knowing their hearts, goes to restore their faith.  This scene is for me the life vest that arrives at the right moment for the disciples.  Because it gives them new air, he presents himself before them to make them know that they are not alone, it filles them with hope and peace.  These are the first words that they are to hear about the Resurrected One: “Peace be with you.”  Sometimes we forget the living presence of Jesus, having the strength of a living Christ and one who lives among us who sends us to take peace to the world and make witnesses of Jesus of all needy people.

Another very important point is the way in which Jesus presents himself awakening their faith.  Jesus shows his hand and his feet so they can see the wounds from crucifixion.  He wants that they always have before their eyes his love given even unto death.  He is not a ghost.  “I am here in person.”  The same person that they had known and loved through the roads of Galilee, he was the same with whom they had eaten before, he was the one with whom gone around preaching, healing, exhorting the people that followed him.  Jesus makes himself known in a believable way so that the disciple were sure that he was alive.  And so that they would discover by themselves the hands with which he blessed the sick and caressed the children, those feet tired of walking to the encounter with the most forgotten; to discover their wounds and his passion.  It is that Jesus who now lives, resurrected by the Father.

In spite of seeing them full of fear and doubts, Jesus believed en his disciples.  He asks that they not move to Jerusalem until they have been invested with power from on high.

Concluding this story of Jesus’ appearance to his disciples, I believe that here is related the biggest problem of the church in general in all times.  It has been and is the lack of people to be “witnesses” who want to preach the repentance and forgiveness of sins and taking the message of the good news of salves and witnessing that Christ lives; that he continues healing, forgiving, continues waiting with his love for every person that desires to be reconciled with him and healed of the wounds in his/her heart to become free from all tethers.  The question is: Do you want to be a witness of Jesus?  The invitation is for you who have doubts, fears, pain, sadness, and a lack of faith and love; who has a great savior who always accompanies you and even in difficult moments when you think all is finished and there is nothing more to do, Jesus continues to be there at your side and continues inviting you to be his “witness” so that we can give testimony regarding his marvels and above all his living Word.  Amen.

Rosa María Rodríguez is a licensed local pastor in the Iowa Annual Conference of The United Methodist Church.

¿Quieres ser testigo de Jesús?

Memorándum para los que predican

14 abril, 2024 – Tercero domingo de la Resurrección

Por Rosa María Rodríguez

Lucas 24:36-49 – Jesús se aparece a los discípulos

Jesús se presenta en medio de nosotros; cuando las circunstancias de la vida nos llenan de tristeza, de dudas,

incredulidad etc. Nos impide sentir y tener la paz de Cristo y así es difícil ser sus testigos, no podríamos dar las buenas noticias cuando no tenemos paz en nuestros corazones, es por eso que el evangelio de Lucas describe el encuentro inesperado de Jesus y sus discípulos después de su resurrección. Donde todo parecía haber terminado, el plan de Dios y de la obra redentora de Jesus no había concluido. La resurrección de Jesús después de su crucificción trae algo más y es buscar a los suyos y los encomienda a una misión que hasta el hoy en día sigue vigente en todo creyente y es ser y hacer sus representantes, sus testigos aquí y ahora y llevar las Buena nuevas de salvación «Vosotros sois mis testigos».

Ser testigo es una encomienda difícil después de presenciar una muerte violenta y estar llenos de miedo, y terror porque los discípulos estaban hundidos en el desconcierto y atemorizados . A lo largo de toda la escena, los discípulos permanecen callados, en silencio total, y es Jesús quien conociendo sus corazones va a restaurar su fe. Esta escena es para mi es el salva vida que en ese momento llega a los discípulos, porque les da un nuevo aire, se presenta ante ellos para hacerles saber que no están solos, los llena de esperanza y de paz. Estas son las primeras palabras que han de escuchar del Resucitado: «La paz esté con vosotros. Algunas veces olvidamos la presencia viva de Jesús, tener la firmeza de un Cristo vivo y que vive entre nosotros el cual nos envía a llevar paz al mundo y hacer sus testigos a toda persona necesitada de Jesucristo.

Otro punto muy importante es la manera de como Jesus se presenta despertando su fe, Jesús les muestra sus manos y sus pies. Que vean sus heridas de crucificado. Que tengan siempre ante sus ojos su amor entregado hasta la muerte. No es un fantasma: «Soy yo en persona». El mismo al que han conocido y amado por los caminos de Galilea, con el mismo que habían comido juntos antes, con el que habían recorrido predicando, sanando, exhortando, a las personas que le seguían, Jesus se da a conocer de la manera más creíble para que los discípulos estuvieran seguros de que está vivo; y que descubrieran por ellos mismo las manos con las que bendecía a los enfermos y acariciaban a los niños, esos pies cansados de caminar al encuentro de los más olvidados; descubrir sus heridas y su pasión. Es ese Jesús el que ahora vive resucitado por el Padre.

A pesar de verlos llenos de miedo y de dudas, Jesús confía en sus discípulos, les pide que no se muevan de Jerusalén hasta que hayan sido embestidos por el poder del Espíritu Santo, “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; en la ciudad de Jerusalén, hasta que seas investido del poder desde lo alto.”

Concluyendo en esta historia de la aparición de Jesús a sus discípulos, yo creo que aquí se relata el problema más grande de la iglesia en general de todos los tiempos, ha sido y es la falta de personas “testigos” que quieran predicar el arrepentimiento y el perdón de los pecados y llevar el mensaje de las buenas nuevas de salvación y testificar que Cristo vive, que sigue sanando, perdonando, sigue esperando con su amor a toda persona que desee reconciliarse con él y sanar las heridas que hay en su corazones y hacerlos libres de toda atadura, la pregunta es. ¿Quieres ser testigo de Jesús ? La invitación es para usted que, que aunque tenga dudas, miedo, dolor, tristeza y este falta de fe, de amor, tiene un gran salvador que siempre le acompaña y aun en los momentos difíciles cuando piensas que ya todo a terminado que ya no hay nada más por hacer, Jesús sigue ahí a tu lado y sigue invitando a que seas su “testigo” a que demos testimonio de sus maravillas y sobre todo de su Palabra viva. Amen.

Rosa María Rodríguez es pastora local autorizada en la Conferencia Anual de la Iglesia Metodista Unida de Iowa.