April 10, 2022 Palm/Passion Sunday
Isaiah 50:4-9a; Psalms 31:9-16; Luke 19:28-40 and 22:14-23:46
Sunday morning found many of the town folks, farmers, and visitors from other communities gathered along the parade route. Children of all ages eagerly waited for the candy to be thrown out to the crowd so that they might collect their bounty. The adults had heard rumors. They weren’t quite sure what to think about the parade’s main attraction. Was he an up-and-coming politician, a community benefactor, or a hometown boy who simply made good? You can take your pick. When the crowd heard the marching band begin to play, “Hail, Hail, The Gangs All Here,” they packed the parade route deeper crammed together like sardines in a tin can. They all eagerly wanted to take a look at the one, who unknown to them, would change the world.
Most people love parades! Most pastors love to preach the Palm Sunday message; however, if you dare to preach the Passion Sunday Death March, the marching band will not be playing a happy hand-clapping, foot-stamping tune. What you will hear is the melody of a dirge, a forewarning of what was to come.
The Passion text from Luke is way too long for some people to grasp during Sunday morning worship. Luke 22:14-23:56 covers a whole week of live evening services if a pastor still did that sort of thing. The way Luke reports the events following the parade do have breaking points in case a pastor wanted to throw in a few commercials and not read the whole drama in one breath. Preaching the Passion text has a significant purpose and that is covered in one verse. Wait for it.
It won’t take you too long to figure out if you are reading Psalm 31 that it is an individual’s lament. Maybe it is even yours. The writer says sorrow and sighing have taken their toll. (With our past and current state of affairs, it all sounds too familiar. Doesn’t it?) The lament parallels some of the experiences, thoughts, and emotions Jesus had on Passion Sunday.
Can you recall some of the similarities? I know you can. His friends and neighbors avoid him. He is scoffed at and humiliated. His acquaintances flee from him… “He is touched to the quick when he sees groups of those who wish him ill whispering together. They are scheming to do away with him.”1 In the moment, what the foul-winded Passion crowd fails to understand is the one who comes riding on a colt has “unseen spiritual resources, for he trusts his life and issues to God.”2 Would that we should have such a trust?
In a prophetic voice, Isaiah reminds us, when the Messiah came, only a very few: the disciples, both men and women, and a few others answered the call. Actually, the writer of the Psalms asks why, “When I came, was there no one? When I called, was there no one to answer?”( Psalm 50:2) The biblical conception of God’s relationship to humankind* is that God will call and we** will answer.
Time and again, God’s call lands on deaf ears, numbed spirits, drifting souls, and closed minds. The saving grace for those who do turn to Jesus was and is: opened ears, enthusiastic spirits, and opened minds.
“So he (Herod) questioned him with many words, but he answered him nothing.”(23:9) Luke’s remembering that Jesus did not respond to Herod reminds us of what Jesus taught his disciples, “…do not throw your pearls before swine.”(Mt.7:6) Swine won’t eat them. Herod’s questions had nothing to do with oening his heart to Jesus and his mind to Jesus teachings in a way to transform his life. Herod sat in the Passion Play Grandstand scheming with his new buddy Pilate. By the way, it is a right and good thing to participate in the Palm Sunday Parade, but nothing will come of it if you do not fully appreciate what Jesus has done for you by being the main event in the Passion Parade. It is a terrible burden, this thing called Love.
1Leslie, Elmer, The Psalms , (Abingdon-Cokesbury Press, Nashville.1949.) p.368.
2Ibid.p.368. (* and ** actual word is ‘man’.)
The Rev. M. Wayne Clark is a retired clergy member of the Iowa Annual Conference.
Memorándum para los que predican
Desfile de Domingo de Ramos o Marcha la a Muerte del Domingo de la Pasión
10 abril, 2022 – Domingo de Ramos/Domingo de la Pasión
Isaías 50:4-9a; Salmos 31:9-16; Lucas 19:28-40 y Lucas 22:14-23:46
El domingo por la mañana encontró a muchos de la gente del pueblo, granjeros, y visitantes de otras comunidades juntados por la ruta del desfile. Niños de todas edades esperaron ansiosamente para los dulces que iban a tirar a la muchedumbre para que pudieran recoger su abundancia. Los adultos oyeron rumores. No estaban bien seguros qué deben pensar acerca de la atracción principal del desfile. ¿Era un político prometedor, un benefactor a la comunidad, o un joven de la ciudad quien simplemente tuvo éxito? Ud. mismo puede escoger. Cuando la muchedumbre oyó que la banda de marcha comenzó a tocar se empaquetaron como sardinas en una lata. Todos querían ansiosamente mirar a él que, sin que ellos supieran, cambiaría el mundo.
¡A la mayoría de las personas les encantan desfiles! A la mayoría de los pastores les encanta predicar el mensaje del Domingo de Ramos; sin embargo, si se atreve a predicar la marcha a la muerte del Domingo de la Pasión, es seguro que la banda de marcha tocará nada feliz. Lo que oirá será la melodía de música fúnebre, una advertencia de lo que iba a pasar.
El texto de la Pasión de Lucas es demasiado largo para que algunas personas lo comprendan durante el servicio de culto del domingo. Lucas 223:14-23:56 cubre toda una semana de servicios por la noche si un pastor todavía haría eso. La manera en que Lucas reporta los sucesos después del desfile sí tienen puntos separación en caso de que un pastor quisiera añadir unos anuncios o propaganda en vez de leer todo el drama de una vez. El predicar el texto de la Pasión tiene un propósito significante que es evidente en un versículo. Espérelo.
No le costará mucho tiempo si lee Salmos 31 que es un lamento de un individuo. Quizás es de Ud. El escritor dice que el dolor y los suspiros han cobrado un precio. (Con el estado de las cosas en el pasado y actualmente parece muy familiar, ¿no?). El lamento corre en paralelo algunos de los pensamientos, experiencias, y emociones que Jesús tuvo el Domingo de la Pasión. ¿Puede Ud. recordar las semejanzas? Ya sé que Ud. puede. Sus amigos y sus vecinos lo evitan. Se burlan de él; es humillado. Sus conocidos huyen de él. “Es herido en lo más hondo cuando ve a grupos de ellos que quieren mal para él susurrando juntos. Están conspirando para matarlo.”1 En el momento, lo que no comprende la muchedumbre fétida de la Pasión es que él que viene montado en un potro tiene “recursos espirituales invisibles, por que confía con su vida y sus asuntos en Dios.”2 ¡Que nosotros tuviéramos tal confianza!
En voz profética, Isaías nos recuerdas que, cuando vino el Mesías, solamente unos cuantos – los discípulos, ambos hombres y mujeres, y pocos otros respondieron. De verdad, el escritor de Isaías pregunta: “¿Por qué cuando vine no hallé a nadie y cuando llamé nadie respondió?” (Isa. 50:2). La concepción bíblica de la relación a la humanidad* es que Dios llamará y nosotros ** responderemos. Una vez y otra el llamado de Dios cae en oídos sordos, almas que andan sin rumbo, y mentes cerradas. Lo que salva por los que no van a Jesús era y es: oídos abiertos, espíritus entusiastas, y mentes abiertas.
“Le hizo [Herodes] muchas preguntas, pero él nada le respondió.” (Lucas 23:9). Cuando Lucas recuerda que Jesús no respondió a Herodes, debe acordarnos de lo que les enseñó Jesús a sus discípulos: “. . . ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos” (Mat. 7:6). Los cerdos no las comerán. Las preguntas de Herodes no tenían nada que hacer con el abrir su corazón a Jesús y su mente a las enseñanzas de Jesús para transformar su vida. Herodes se sentó en la tribuna del auto sacramental conspirando con su nuevo amigo Pilato. A propósito, es recto y una buena cosa participar en el desfile del Domingo de Ramos, pero nada saldrá de eso si no aprecia completamente lo que Jesús ha hecho por Ud. mismo por ser la atracción principal en el Desfile de la Pasión. Es una carga terrible esta cosa nombrado Amor.
1Leslie, Elmer, Los Salmos [The Psalms], (Abingdon-Cokesbury Press, Nashville. 1949.) p. 368.
2Ibid. p. 368. * y ** la palabra actual es “hombre.”
El Revdo. M. Wayne Clark es un pastor jubilado de la Conferencia Anual de Iowa.